viernes, 26 de diciembre de 2014

De encuentros y desencuentros

Cuando el final del año está próximo a acercarse, me gusta hacer un poco de balance del año que acaba, mirar atrás y reflexionar. Hoy es el día de Navidad y para mí es un buen día para ocupar mi tiempo en estos menesteres y analizar con perspectiva todo lo vivido.

Ha sido un año de muchos momentos de felicidad que no esperaba, han sido un regalo de la vida de esos que te llenan el alma cuando más los necesitas. Regalos que no he sabido aprovechar.

Pero este año también ha sido un año duro, de gran dolor, de noches de insomnio, de muchas horas de oscuridad; un año,sin duda, de desencuentros, despedidas y de pérdidas; de errores imperdonables, de reproches, de frustraciones, desesperanzas y decepciones incurables. De expectativas ilusorias, desengaños y silencios no elegidos. Puertas que se cerraron a empujones donde no había ventanas, portazos en la cara, momentos arrodillada, y en su sentido metafórico, de patadas en la boca. De flechas envenenadas. Un año amargo, cuyo sabor cuesta quitarse de los labios. 

Del 2015 no espero nada. Solamente espero haber aprendido un poco de los triunfos y de las derrotas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario